El primer error que se puede abordar al hablar de NiNis es subestimar cuán problemático puede ser el término. De entrada, lo es de dos formas distintas aunque a la larga están íntimamente relacionadas. Primero, resulta conflictivo en lo que se refiere al concepto trabajar; en segundo lugar, lo es con respecto a que da por hecho que las personas no saben tomar decisiones ser no sólo un objeto sobre el que actúa una miríada de factores sino, también, un sujeto que conduce su propia vida. Así, tal pareciera que el NiNi no sabe lo que hace o, más bien dicho, lo que no hace: no interactúa con su circunstancia, es básicamente víctima de ella o, en el mejor de los casos, si decide, lo hace de forma irracional o contra sus propios intereses.
Éste es un supuesto muy poderoso detrás del término NiNi y aquí el problema no es tener supuestos sino no estar conscientes de cuáles son.